Ciudadanos se da un lavado de cara para afrontar su última oportunidad
Ciudadanos ha finalizado este domingo su VI Asamblea General extraordinaria con la que pretende cerrar el capítulo más convulso de su historia para encarar este largo año electoral con nuevas caras, el mismo nombre pero nuevo logo, y algunos cambios de estrategia. El partido fundado por Albert Rivera, que durante los últimos tres años ha sido presidido por Inés Arrimadas en circunstancias muy difíciles, ha llegado a este cónclave en el que han concluido la llamada “refundación”, dividido tras unas agrias y convulsas primarias que han dejado fuera de juego a Edmundo Bal, hasta ahora vicesecretario general del partido y brazo derecho de la ya expresidenta del partido, que ayer, sábado, se despidió de su cargo con un emotivo discurso en el que agradeció a sus compañeros “la confianza” que habían depositado en ella , mientras hacía llamamientos a la “unidad” y a centrase ahora en “el futuro” aparcando las “peleas cainitas”. Para calmar las aguas, se ha admitido que Bal y los 40 miembros de su candidatura entren en el Consejo General, máximo órgano de Ciudadanos.
Pese a su adiós, Arrimadas va a seguir siendo la portavoz en el Congreso, y está, como vocal, en el Comité Nacional -la antigua Ejecutiva ampliada-, aunque sin formar parte del núcleo duro de la nueva dirección bicéfala formada por 15 personas y encabezada por el eurodiputado Adrián Vázquez y la coordinadora de Baleares Patricia Guasp, como portavoz política, órgano que tomará las decisiones que adopte semanalmente el partido en coordinación con el grupo parlamentario. Es decir, que a partir de ahora la antigua líder se mantendrá relegada a un segundo plano.
La incógnita de Bal se despejará este lunes
La incógnita que aún queda por despejar es qué va a pasar con Bal, que acudió este sábado a la Asamblea y permaneció, con el rostro muy serio y circunspecto, sentado junto a Arrimadas. En el partido se cruzan las apuestas por si va a continuar o no como portavoz adjunto de un grupo de nueve diputados que en su mayoría le son fieles y apoyaron su candidatura. La decisión, previsiblemente, se tomará mañana, lunes, en la primera reunión que mantenga el Comité de Dirección, pero todo apunta a que ese cargo no será para Bal, al que buscarán otro acomodo. Pocos son los que creen que el abogado de Estado se atreverá a plantar cara y a rebelarse contra Arrimadas si no le mantienen en el cargo. Pero todo está aún por ver.
Este domingo en la jornada de clausura del cónclave, el ambiente era mucho más tranquilo una vez que los dos sectores enfrentados pactaron anoche la integración en el Consejo General, máximo órgano del partido entre Asambleas, del derrotado Edmundo Bal y de los dirigentes de su lista (40 en total). La nueva dirección, no obstante, tendrá mayoría, con sesenta consejeros, y aparte, han elaborado una lista con otros 25 afines. El Consejo General cuenta con 125 miembros electos más los cargos públicos de Ciudadanos, y es el órgano que controla a la Ejecutiva.
A cambio, en la ponencia de Estatutos salieron adelante sin problemas las enmiendas que eliminaban la incompatibilidad que afectaba a los secretarios generales para ostentar un cargo público y uno orgánico. De no haberse aprobado este cambio, Adrián Vázquez, que es eurodiputado, debería abandonar su escaño y perdería un sueldo que supera con creces los siete mil euros mensuales, más otros complementos económicos y prebendas de las que gozan los parlamentarios en Europa. Eso sí, el secretario general no podrá presentar su candidatura a la Presidencia del Gobierno de España hasta nueve meses después de la terminación de su mandato.
Ciudadanos, “liberal y progresista”
Los 400 compromisarios debatieron también las enmiendas presentadas a las ponencias de Valores y Estrategia. Uno de los textos aprobados ha sido el que define a Ciudadanos como un partido “liberal y progresista”, que contó con 144 votos a favor, 44 en contra y siete abstenciones. “Ciudadanos es un partido político liberal y progresista heredero de la tradición constitucional nacida con la Ilustración, la Constitución estadounidense y las revoluciones liberales”, reafirma el partido, tal y como había pedido durante la campaña de las primarias Edmundo Bal, que había hecho mucho hincapié en que no pueden ser visto como un partido “de derechas”, “subalterno del PP”.
La antigua ponencia de Valores que data de 2017, significó un cambio en el ideario del partido por la eliminación a las referencias a la socialdemocracia, pasando a definirse entonces como una formación “liberal, progresista, demócrata y constitucionalista”.
La formación, además, ha decidido mantener el nombre de Ciudadanos en naranja pero quitando ese color como fondo, que ahora es “verde espacial”. Según explican, “la paleta de colores principal se centra en el color Naranja Ciudadanos, que desprende energía y luminosidad, combinando con Verde espacial, que aporta armonía y tranquilidad, y Gris cálido para el contraste”. El proceso de rebranding de Ciudadanos ha corrido a cargo de la consultora MesserFaden, junto con el equipo interno del partido.
“Apostar por nuestra marca es abrazar todo ese legado positivo de libertad, igualdad, regeneración y reformas. Por muy complicado que sea el momento, nuestro nombre no está manchado por la corrupción ni los escándalos, como las marcas de nuestros rivales políticos”, afirman en el partido.
Entre los 50 invitados a esta clausura estaba el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, cuyo líder, Alberto Núñez Feijóó, abría el otro día de nuevo las puertas a los dirigentes de Ciudadanos para que se vayan a su partido. La contestación se la dio en su discurso Arrimadas, cuando pidió a sus compañeros que no se dejaran llevar “por los cantos de sirena”. “Que no os engañen, otros partidos no quieren nuestras propuestas. Ni siquiera quieren nuestros activos políticos. Solo quieren nuestros votos”, les advirtió.
Una gran ovación para Arrimadas
También la nueva portavoz política ha lanzado este domingo un mensaje similar tanto al PP como al PSOE, al señalar que tenía “una mala noticia para el señor Feijóo y para el señor Sánchez”: “Nuestros principios ni se venden ni se compran”. Guasp ha sido la encargada del discurso de clausura de la Asamblea como nueva portavoz política de Ciudadanos. En él ha llamado a sus compañeros a continuar trabajando “con humildad”, mientras destacaba el “ejemplar ejercicio de democracia interna” que han demostrado estos días con las primarias. “Lo importante es el proyecto y no los sillones”, ha señalado, una frase que se ha interpretado como dirigida a Edmundo Bal, al que no ha nombrado en ningún momento.
Guasp, en cambio, se ha prodigado en agradecimiento a unos y otros. Entre otros, y en inglés, a los líderes liberales de varios países europeos que han acudido como invitados al cónclave y que han intervenido en la última jornada.
Pero el momento más emotivo ha sido cuando se ha dirigido a Arrimadas, presente en el escenario junto al resto de los miembros del Comité Nacional, para darle las gracias por su trabajo de todos estos años al frente del partido y por “haber defendido este gran proyecto que todos compartimos”. La exlíder de Ciudadanos ha recibido una larguísima ovación de todos los dirigentes puestos en pie. También ha habido aplausos para Begoña Villacís.
La nueva portavoz política ha afirmado que es consciente del “enorme peso que supone ser ahora la líder del mejor proyecto políticos que ha alumbrado España en las últimas décadas”, y de cuyo legado ha dicho sentirse “muy orgullosa”. “Este equipo –al que ha definido como ”transversal“- no os va a dejaros solos, os va a escuchar siempre. Vamos a trabajar juntos porque yo soy una más de vosotros”, ha prometido.
“Somos un partido renovado que no agacha la cabeza, que no pide perdón por defender sus ideas, por tener convicciones firmes e innegociables ni por aspirar a transformar el país. Pero tampoco pedimos permiso”, ha afirmado, para añadir después que “desde hoy Ciudadanos no mira para atrás, solo mira hacia adelante”, tras reconocer que están viviendo “un momento difícil”.
Bal, por su parte, ha dado por zanjado el debate de primarias y ha asumido su derrota destacando, en declaraciones a los periodistas, la “generosidad” del nuevo secretario general, Adrián Vázquez, “que ha abierto la mano” al acceder a integrarle a él y a su lista en el Consejo General. “Es muy buena señal. Es un signo bueno hacia la unidad”, ha reconocido.
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